El pasado viernes, un mail a media tarde me anuncia lo inevitable. Mar Medir nos deja. Ella se va de Catalan Films y a mí me llegan un montón de recuerdos imborrables.
Cuando la conocí, que todavía no estaba en Catalan Films sino en Pro Docs, dándolo todo por el documental. O cuando competimos en el Festival de Valladolid en “La noche del corto español”. Ella como productora de Luisa no está en casa; yo como director de un corto con un título con tanta pretensión como A new way of life.
La recuerdo en Catalan Films, con Patricia Bonet a su lado. Dúo inseparable en el que las dos se complementaban a la perfección. Una más viajera, habladora y relaciones públicas. La otra más de estar en la ofi, metódica y de pequeño comité. No hace falta que os diga quién es quien, porque seguro que ya lo sabéis.
Y, sobre todo, la recuerdo en los mercados y festivales. Atrás queda Ventana Sur, con un cicerone de lujo como el Uriel Wisnia que nos descubrió su Buenos Aires haciéndolo también nuestro. Stuttgart y las conversaciones nocturnas acabándonos el mueble bar para solucionar los males del cine catalán. Annecy y los momentos de descanso, entre reunión y reunión, donde sencillamente disfrutábamos de il piacere di non fare niente sobre un verde césped próximo a uno de los lagos más bonitos de Europa.
Mar Medir era casa. Era el oasis en medio de los tensos mercados, donde parece que nos vaya la vida en cada meeting. Aquella persona con quien podías compartir cualquier inseguridad sobre alguno de los proyectos o partners, sabiendo que nunca la utilizaría en beneficio propio. Y que, a la vez, era capaz de cantarte las cuarenta cuando alguna iniciativa de tu empresa no le parecía bien.
Catalan Films continúa y tengo la certeza de que Joan y la nueva tropa que está por llegar conseguirán paliar este vacío que hoy sentimos. Creo que hablo en nombre de todos y todas cuando digo que te echaremos de menos, Mar. Y que la has cagado con una de las sentencias de tu mail de despedida: “Echaré mucho de menos que me expliquéis vuestras ideas y aventuras, por favor, si tenéis ganas, ¡no dejéis de hacerlo!”. Te anuncio aquí y ahora que, como mínimo yo, lo seguiré haciendo. ¡Avisada estás!
